ADQUISICION DE LA LECTO-ESCRITURA

En los últimos 2 o 3 años, la incidencia de escolares que durante los primeros años de colegio aun no adquieren el proceso de la lecto-escritura y el cálculo es alarmante.

¿Qué es lo que está sucediendo? Esto es nuevo o siempre ha sucedido. La polémica ha iniciado, hay una lucha muy grande entre los campos educativos y de salud.

Por una parte la educación trata de dar una explicación poco convincente acerca de la cantidad de niños en los salones escolares, en donde es muy difícil darles apoyo a todos, en donde no sabemos si la pedagogía está fallando, los padres, la sociedad.

Por otro lado la parte clínica trata de explicarlo desde un punto de vista orgánico y funcional, en donde prevalece la teoría de que sucede "algo" a nivel del sistema nervioso en donde los niños no logran la madurez necesaria para la adquisición de dicho proceso.

Pero la verdad es que en el debate no hallamos un justo medio, que hacemos con nuestros niños, los medicamos? buscamos terapias alternativas: el neurofeedback, el método Tomatis, la terapia visual, clases de regularización.

Es un campo en el que existen muchas teorías y todas ellas ya probadas en diferentes grupos de escolares, sin embargo como especialistas nos es muy complicado tomar un solo punto de vista, ya que cada caso es individual y solo una adecuada evaluación del menor puede llevarnos por un camino acertivo.

No hay que dejar de lado la falta de estimulación del medio de cada uno de ellos, la inadecuada pedagogía y porque no algún otro componente, sin embargo cada vez que encontramos a estos pequeños con su cara de angustia y los padres desesperados por no saber que hacer, no nos importa ninguna teoría nos importa ayudarlos y apoyarlos, sacarlos adelante.

Pero sin un buen diagnóstico esto no es posible. Por tanto les recomendamos no desesperarse y no tomar solo una alternativa ni un solo especialista, siempre insistimos en lo mismo no hay que dejarse llevar por tratamientos milagrosos, rápidos o de moda; hay que utilizar la intuición y aunque no nos guste lo que el especialista nos diga hay que tomar cartas en el asunto. Hay que tomar dos o tres opinones hasta que nos coincidan un par para así no errar en el tratamiento. Hay instituciones de salud, de educación o privadas en donde se puede recibir la atención adecuada.